C.C.T.E.A. “DR. JOSÉ FRANCISCO TORREALBA”

Hacia el primer tercio del siglo XX, los avances tecnológicos propiciados por las necesidades sociales permitieron el nacimiento de una época de esplendor científico, relacionándose este esplendor intrínsecamente al desarrollo general de las naciones. Asimismo, el papel de la investigación ha generado el impulso del conocimiento certero como punto clave del disfrute intelectual de los hombres dedicados a la ciencia y el saber.

Por otra parte, cabe resaltar que el papel que cumple la educación en la sociedad ha aumentado en cuanto a su relevancia en los últimos tiempos. Es por ello que la reciprocidad ciencia-educación se relaciona con el avance gnoseológico de los individuos; así como su búsqueda por la verdad última de lo perceptible y no perceptible en el Universo. Por todo esto, es lógico que no es otro el precepto de la ciencia en la educación sino el de estimular la investigación científica en los jóvenes estudiantes para la creación de la conciencia buscadora de soluciones a problemas sociales y abstractos.

El trabajo docente y la condición del estudiante, son dos actividades que obligatoriamente tienen que complementarse para desarrollar y enriquecer el proceso educativo. Este proceso tiene su base fundamental en el conocimiento integral de la realidad del entorno donde se producen las acciones antes nombradas. Mientras más libertad y disposición de trabajo exista en los dos integrantes del proceso, mejor será la calidad de lo que se enseña y de lo que se aprende. Esta es la exigencia que deben cumplir las instituciones venezolanas que aspiren participar en la formación integral del educando a través de la acción de aprender y de enseñar; es así como se demuestra, se afirma y acciona lo que es y será la Educación Venezolana.

El aprendizaje social de la ciencia, la tecnología y la educación ambiental es la meta común de las fuerzas vivas que buscan la formación de ciudadanos creativos, reflexivos, críticos, capaces de generar decisiones que le permitan descubrir sus potencialidades. La Zona Educativa, conjuntamente con las diferentes instituciones públicas y privadas han unido sus esfuerzos por promover la búsqueda de soluciones a través de la libre participación ciudadana y la integración comunitaria de los planteles educativos. Se busca la promoción y el desarrollo de valores hacia las necesidades e intereses de sus comunidades con sentido de pertinencia y pertenencia, el respeto y reconocimiento a la producción intelectual, así como el intercambio de experiencias con todas las organizaciones relacionadas con estas áreas para impulsar la democratización de estos conocimientos, la igualdad de oportunidades y la integración social.

Se destaca que el surgimiento de los Centros de Ciencia Tecnología y Educación Ambiental (C.C.T.E.A.) fue en el año 1956 en el Liceo de Aplicación de Caracas, donde se ubicaba el novedoso primer Centro de Ciencias, identificado con el nombre de “Alejandro Humboldt”, coordinado por la ilustre afro descendiente Elena Martínez, sabia y distinguida docente egresada de la Escuela Normal Miguel Antonio Caro en Catia, posteriormente profesora de Biología del Instituto Pedagógico de Caracas. Ella fue la creadora de los Centros de Ciencia en Venezuela, de igual manera gracias a la colaboración de destacados sabios como José Francisco Torrealba, Francisco Tamayo, José A. Uzcátegui, Arturo Eichler y las reconocidas docentes Yolanda Carrero y Mary Luz Carrero, entre otras.

La popularización de estos centros se inicia ese mismo año (1956), gracias al excelentísimo y distinguido Profesor Pedro Durant, el cual participo activamente en gran parte de las actividades del C.C.T.E.A. “Alejandro Humboldt” y de ésta manera interactuó y recibió orientaciones de incentivar y dirigir a los estudiantes en el aprendizaje del entorno capitalino, de acuerdo con las exigencias de las asignaturas que se desarrollaban en el Liceo de Aplicación. Posteriormente con el grato e importante apoyo de personalidades como Celestino Flores, Ernesto Medina, Fernando Gabaldón, José Francisco Muñoz, Jaime Grimaldo, Humberto Gonzáles, José Valero, entre muchos otros, se logró iniciar, formar e incentivar la creación y aplicación de Centros dedicados a la Ciencia, la Tecnología y la Educación Ambiental en liceos y escuelas con la principal participación de sus estudiantes.

Cabe resaltar que el Liceo Unda en Guanare (1957) y el Liceo Libertador en Mérida (1959), son las dos instituciones que comenzaron a practicar las enseñanzas anteriores. El río Portuguesa, los Morichales y los matorrales aledaños al José Vicente Unda, fueron los laboratorios donde aprendieron a estudiar los integrantes del Centro de Ciencias “Rafael Rangel”; mientras que el Páramo, los bosques de neblina “Monte Zerpa” y “Carbonera”, el Vigía, Tovar y sus ríos, fueron y todavía continúan siendo, los más ricos y diversos laboratorios donde se entrenaron en el aprendizaje de las Ciencias Ambientales, los miembros del Centro de Ciencias “Dr. José Francisco Torrealba” del Liceo Bolivariano Libertador y de la ULA. Al mismo tiempo, en números lugares de nuestro país se fortalecieron y crearon nuevos Centros de Ciencias, formados por jóvenes y maestros dedicados al maravilloso mundo de la investigación científica, tecnológica y ambiental.

El Centro de Ciencia establecido en el Liceo Liberador, hoy en día Liceo Bolivariano Libertador, fue bautizado con el nombre del eminente parapsicólogo venezolano Dr. José Francisco Torrealba; y ha sido hogar de valiosos jóvenes integrantes y colaboradores que en el presente son prominentes profesionales de la región y de la República. Han transcurrido 50 años de trabajo, alegría, compañerismo y actividad, guiados por los tres pilares fundamentales de la educación bolivariana, Estudiante – Docente – Comunidad, y tratando cada vez más de estrechar sus vínculos con el fin común de resguardar nuestro ambiente.

Es preciso señalar, que la misión fundamental del Centros de Ciencia, Tecnología y Educación Ambiental “Dr. José Francisco Torrealba”, es garantizar la participación y cambios protagónicos corresponsables de niños, niñas, adolescentes y docentes en el Sistema Educativo Bolivariano para fortalecer el aprendizaje significativo de su entorno socio - natural a través del intercambio de experiencias en los contextos socio-ambientales, geohistórcos, culturales, científicos, tecnológicos, ecológicos y económicos para consolidar un modelo de Desarrollo Endógeno Socialista y construir propuestas y proyectos que aporten soluciones a problemas comunitarios enmarcados para mejorar la calidad de vida

Además se trabaja para funcionar como una organización estudiantil de calidad, estímulo y reconocimientos, evaluación interna y externa, productividad, participación y retroalimentación en la formación de un ser humano que desarrolle e internalicen sus valores para convivir en una sociedad democrática, protagónica, multiétnica y pluricultural, que haga uso sustentable de sus recursos para desarrollar su capacidad investigativa e innovadora a través del dialogo de saberes hacia la popularización de la ciencia y la tecnología al servicio de su entorno.

Los Centros de Ciencia tienen una importante trayectoria en el Sistema Educativo Venezolano y obedecen a la iniciativa y trabajo de un grupo muy numeroso de docentes que han creído en éstos como un nuevo paradigma para la enseñanza de la Educación Ambiental, bajo ámbitos científicos y tecnológicos que permitan comprender el ¿Por qué? de cada uno de los fenómenos presentes día a día, así como del presente, pasado y futuro de sus vidas.